sábado, 7 de junio de 2008

El Euribor del escorpión

¿Como acaba el cuento del escorpión y la rana?
Después de la lacónica respuesta del asesino, "No puedo evitarlo, es mi naturaleza", todos nos cuentan como ambos animales van al fondo del río.
Hoy empezamos a ver que en economía los escorpiones se mantienen con el aguijón por bandera sobre el hinchadísimo cadáver de una rana que sigue flotando, solamente, para beneficio del arácnido.
Empiezo a sentir hablar de conjuras, que supongo judeo-masónicas y centroeuropeas; no olvidando que hace meses oí que nuestro endeudamiento era, por encadenamiento, con entidades de Alemania y Francia paises más proclives al ahorro.

Pero hay dos cosas de la hipoteca al uso dignas de repensar:
Una, que firmas un contrato de pagos con total ignorancia de lo que vas a pagar (creo que a día de hoy esto no es: ni profético, ni para que se rían si lo sueltas por ahí).
El equivalente sería firmar los contratos de trabajo según un baremo inventado que estableciera la patronal, basándose en un factor que lleva desde hace siglos creciendo hasta que tengan el suficiente número de primos con los huevos en la cesta para que el tal índice lo puedan hacer negativo aquellos que lo inventaron (esto si es profético y nos podemos reír porque, con lo listos que somos, no pasará nunca).
La otra cosa que da que pensar en la conjura es que el BCE lleva unos cuantos meses si subir el precio del dinero pero el Euribor se ha puesto por las nubes.
Y es que en este caso si que se puede aplicar la idea del panadero único en el pueblo (o de un gremio de panaderos bien avenidos como el de la banca) al que no te queda más remedio que comprar el pan.
Un gremio al que has firmado que durante cincuenta años le vas a comprar sin garantia de precio.

Pero por si tu sangre y tu sudor no fueran suficientes, hace medio año hablando sobre la baja tasa de morosidad española se comentaba que se debía a la solidaridad intrafamiliar mediterránea, es decir: "Echarle una mano a los niños que con la cosa de tener un hogar que salía por un pico, metieron los dos coches, la boda fantasía y varios viajes en la hipoteca".
O sea que se van a quedar con el dinero de todo tu trabajo, el de tu padre y el de tu abuelo.

Aquellos que solo quieren un piso para vivir dignamente solo podemos estar con ellos como con las victimas de cualquier catástrofe o ¿alguien cree que esto no lo es?

Y como víctimas no habrá solo entre los obreros que algún ajeno también, no es por dividir más a los conservadores de este país, pero a la hora de andar echando culpas que piensen por un momento que entre las muchas familias conservadoras hay dos a las que siempre nos hará gracia ver juntas: la de los que quieren conservar el fruto de su trabajo, iniciativas, luchas, etc. Y la de los puritos conservadores de sus rapiñas.

Por último expresar que aunque sin paranoias lo de la conjura no es ninguna tontería, aunque no en un oscuro despacho de Holanda entre dos lúgubres banqueros sino a plena luz y sin mudar el gesto. Pues no olvidemos que:

¡ES SU NATURALEZA!

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