lunes, 9 de junio de 2008

Experiencias de presidente comunidad de vecinos


Hace dos años me tocó la presidencia de la escalera y, dada mi buena disposición, los vecinos me encargaron la reducción de gastos.

Es una comunidad muy pequeña de tan solo cinco viviendas y dos locales comerciales.

La gestión, cuando recibí el testigo, la llevaba una administradora de la que, es una obviedad, no éramos los únicos clientes. El precio era 300€/año y de ello podemos extraer que las horas dedicadas a nuestros problemas tampoco eran muchas. De otro lado, simplificar demasiado lo que entonces parecía un embrollo de recibos atrasados, derramas, pagos dinero en mano a la señora de la limpieza, etc., les hubiera hecho prescindibles. Pero intentar administrar por nuestra cuenta nos espantaba a los no iniciados.

Así que empezamos por cosas sencillas y ver como deshacernos de aquello de lo que no se hacía uso: Un grifo con un contador y un teléfono de ascensor, de los que las compañías nos cobraban unos 80€ y 130 € al año aproximadamente.

El grifo se anuló y enseguida se buscaron varias soluciones. ¡Las había! El teléfono no se pudo quitar pero se buscó otra compañía que cobraba menos de la mitad, de unos 16€ a 7€.

Seguimos buscando el ahorro con la emisión de recibos, entonces de unos 2€ por cada uno. Fue darse una vuelta por las entidades bancarias cercanas hasta conseguir una caja que, además de informatizarnos con acceso a programar coste y fecha de las emisiones, nos resultaba un 75% más barata.

Se buscó en la siguiente presidencia que los locales comerciales pagaran a cambio de nuestra permisividad con sus luminosos y otras incomodidades menores. Cosas por las que valía más una remuneración que una discusión.

Se hizo un cálculo estimado de coste anual y se sacó el precio del recibo.

Se decidió que, dado que los recibos de pago a proveedores eran domiciliados a la caja y los de cobro emitidos por ella ,no había otra faena que vigilar cinco minutos al mes la cartilla y la limpieza de la escalera; para lo cual no se necesitaba la administradora a la que agradecimos los servicios prestados..

BENEFICIOS:

De cuatro a seis reuniones imprescindibles en el año 2006 se ha pasado a una para cambiar de presidente y exponer las cuatro cosas que pueden salir en una finca nueva.

El ahorro no ha sido excesivo, de unos 300€ al año más los casi 400€ de los comercios, pero la tranquilidad y el buen rollo merecía la pena.

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