lunes, 7 de julio de 2008

Aprender de la crisis.

en: http://blog.economiajoven.com/2008/07/aprender-de-la-crisis.html


En los momentos de crisis es también cuando las personas, o los conjuntos de personas, cambian aquello estaban haciendo mal. Cuando los defectos salen a la luz, hay que aprovechar para corregirlos. Cuando el Real Madrid de los galácticos dejó de ganar títulos y comenzaron las rencillas personales entre Hierro, Del Bosque y Florentino… fue el momento de cambiar el esquema y optar por otro tipo de jugadores y de dinámica de grupos: menos estrellas y más juego colectivo. Los resultados pronto acompañaron, con dos victorias de liga consecutivas tras varios años de dominio del Barcelona.
En el caso del Barcelona, precisamente, todos reconocen ahora que habría que haber atajado los excesos juerguistas de Ronaldinho y los excesos verbales de Eto’o hace un par de años… pero no se hizo nada hasta que hubo una crisis de resultados.
En el caso de la economía, echar la culpa sólo al petróleo sería como decir que los árbitros nos perjudican, algo que –aunque sea verdad- no está en nuestra mano cambiar. Lo que debemos ver es cuáles han sido nuestros galácticos, Ronaldinhos y Eto’os para intentar mejorar nuestro funcionamiento a partir de la crisis.
Nuestro primer galáctico descarriado fueron los precios de la vivienda: ¿por qué se dejaron subir tanto? ¿Por qué no se establecieron antes deducciones fiscales sobre el alquiler para el inquilino? ¿Por qué no se controló el dinero negro? ¿Por qué no se cambió el modo de financiación de los Ayuntamientos, que los hace tan proclives a la corrupción…? El PP y el PSOE hicieron muy mal su trabajo en este aspecto y son los responsables, por omisión, de la burbuja inmobiliaria y de los problemas que va a generar su pinchazo para muchas familias (otros, los listos y bien informados, ya se han forrado y ya han puesto su dinero en otro sitio).
El exceso de crédito era otro galáctico que también se iba de juerga por las noches con los precios de la vivienda. Para pagar el increíble precio de la vivienda, la gente pedía y pedía créditos que se concedían alegremente ¿Por qué el Banco de España no cumplió con su función de vigilar el crédito de forma rigurosa? ¿Por qué se toleraron niveles de endeudamiento tan altos cuando se sabía que los tipos de interés no iban a estar siempre al 2%? Sí, las economías domésticas no lo sabían, pero está claro que la gente no es economista y es el Banco de España –aunque no tiene competencias para variar los tipos de interés- quien debe ejercer de vigilante del mercado financiero y corregir los excesos. Esas son sus funciones, y no –para justificar el sueldo del ejército de funcionarios que trabajan en dicha institución- hacer informes macroeconómicos recomendando flexibilidad laboral y moderación salarial. Para hacer esos informes ya tenemos a otras tropecientas instituciones públicas y privadas que dicen exactamente lo mismo. Caruana y Fernández Ordóñez (Del Bosque y Rikjaard) hicieron dejación de funciones y deberían tener responsabilidades civiles por ello (rescisión de contrato sin indemnización). Además hay que establecer mecanismos para que no vuelva a ocurrir.
Nuestro tercer galáctico es la dependencia del petróleo que hace que su subida nos afecte más que a otros países y el diferencial de inflación sea mayor. Ahora es el momento de reducir esa dependencia, y se han hecho cosas adecuadas: subida de las tarifas de la luz para quien más consume, no bajar los impuestos sobre los carburantes, creación de un impuesto de matriculación progresivo… es el momento de hacer aún más cosas: invertir en transporte público, mejorar el transporte en autobús (creo que el autobús, gracias a su flexibilidad, va a ser fundamental en el futuro; pronto escribiré un post sobre eso), favorecer y potenciar las energías alternativas (pero, por favor, no la nuclear. Prefiero el CO2 a la radiactividad).
Nuestro cuarto galáctico es la falta de competencia. Hay que cambiar la legislación y dar más poderes a la Comisión Nacional de Competencia. Si varias empresas suben el precio a la vez, no es casualidad: sanción y punto. Si tenemos que demostrar la concertación de precios (el famoso cartel) con pruebas objetivas (e-mails, conversaciones telefónicas, etc.) es prácticamente imposible. La legislación tiene que favorecer a los consumidores.
Por último, la baja productividad, es decir, la producción por trabajador. Por término medio, en España es mucho menor que en la mayoría de los países de nuestro entorno. ¿Qué podemos hacer? Invertir más en educación, en investigación, y en organización empresarial: horarios eternos en los que parece que ser mejor trabajador es irse el último de la oficina no ayudan. ¿No sería mejor una jornada continua de 7 horas que permitiría al trabajador formarse, consumir más ocio, y trabajar mejor en sus horas? Además, hay que vincular los salarios a la productividad y no a la inflación. De este modo, se evitará una espiral precios-salarios y, en épocas de bonanza económica, los asalariados se beneficiarán también de las mejoras de productividad: en los últimos 10 años, los salarios subían un 2 o un 3% (lo que subía la inflación) mientras que los beneficios aumentaban a cifras de dos dígitos. Nadie de la patronal planteaba entonces vincular los salarios a la productividad, claro.
En fin, ahora es el momento de que tomemos nota de los errores y los corrijamos. No hagamos como el Madrid e intentemos fichar a Cristiano Ronaldo. Sería tropezar otra vez con la misma piedra…

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