-Andábamos por los veinte años, el sexo no estaba tan fácil como ahora, la tele tenía solo dos canales y no había Nintendos ni Wii. ¿Que hacíamos entonces?. Pues leíamos.
A veces leíamos a filósofos, en parte por gusto, en parte para explicarnos cual era la esencia de esa vida a la que ya nos íbamos a enfrentar sin la red paterna.
Además, los largos debates, eran otra forma más de relacionarnos entre algunos jóvenes para contrastar las interpretaciones de aquellos difíciles señores.
En el "Así habló Zaratustra" de Nietzsche había el pasaje sobre los parásitos que he copiado aquí abajo y que mayormente identificábamos con la iglesia.Teníamos aquella frase : ¿Quien necesita que haya pecadores? -El que saca beneficio de ello-.
A los sacerdotes con el tiempo les han ido relevando en el concepto de parásitos de nuestros sudores, nuestras esperanzas, nuestras ideas, otros grupos humanos: Los psicólogos (cuando llegó la psicología), algunos políticos (hemos vivido momentos especialmente parasitados) y ahora que tenemos economia, porque no recuerdo que hace veinte años la hubiera, tenemos unos nuevos e inmensos parásitos.
He vuelto a leerlo detenidamente y puedo deciros que me resulta revelador. No sé si a alguien más.
¡Mirad ahí ese hombre que desfallece! Se halla tan sólo a un palmo de su meta, mas a
A causa de la fatiga bosteza del camino y de la tierra y de la meta y de sí mismo: no
- ¡desfallecer a un palmo de su meta! En verdad, tendréis que llevarlo agarrado por los
Es mejor que lo dejéis tirado ahí donde él se ha echado, para que le llegue el sueño, el
Dejadle yacer hasta que se despierte por sí mismo, - ¡hasta que se retracte por sí mismo
Sólo, hermanos míos, ahuyentad de él a los perros, a los hipócritas perezosos y a todo el
- a todo el enjambre de sabandijas de los «cultos», que con el sudor de todo héroe - ¡se
Yo trazo en torno a mí círculos y fronteras sagradas; cada vez es menor el número de
Pero adondequiera que conmigo subáis, oh hermanos míos: ¡cuidad de que no suba con vosotros un parásito!.
PARASITO
Parásito: es un gusano, un gusano que se arrastra, que se doblega, que quiere engordar a
Y su arte consiste en esto, en adivinar cuál es en las almas ascendentes el lugar en que
En el lugar en que el fuerte es débil, y el noble, demasiado benigno, - allí dentro construyó él su nauseabundo nido: el parásito habita allí donde el grande tiene pequeños rincones heridos.
¿Cuál es la especie más alta de todo ser, y cuál la más baja? El parásito es la especie
El alma, en efecto, que posee la escala más larga y que más profundo puede descender:
- el alma más vasta, la que más lejos puede correr y errar y vagar dentro de sí; la más
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